“Para una barra de labios seductora, se necesitaba un icono de la seducción”, apuntan en la firma.
Si se pretende vender un símbolo femenino, como es el carmín, qué mejor forma de hacerlo que con un icono de la moda. Se presenta en actitud sensual, provocativa, a la vez que elegante tanto en la pose del cuerpo como en los gestos.
Dentro de una gama de colores de barras de labios, Yves Saint Laurent, ha decidido presentar el fucsia como el que más se adapta a las tendencias, y que está asociado también al atrevimiento característico de la juventud. Además toda la gama de los rosas y rojos incitan a la pasión.
Es una fotografía de ratio total (a sangre), porque ocupa una página completa. Es un primer plano ligeramente contrapicado, en el que se ha utilizado un teleobjetivo para reducir el encuadre de la fotografía. Es un enfoque nítido con profundidad de campo alta. La gama tonal es amplia, porque presenta blancos, negros y tonos intermedios, aunque la gama cromática es reducida, porque juega con el blanco, negro, fucsia y dorado.
La imagen presenta una iluminación dura lateral inclinada, para que aumenten los contrastes y aparezca el negro, y una iluminación de fondo, para conseguir la ausencia de sombras. Es posible que la imagen cuente con iluminación de relleno suave en la parte de la espalda de la modelo, para quitar agresividad a las sombras.
Se da una sobreexposición de luz en el fondo, incluso podría considerarse quemado, para eliminar las sombras, y conseguir el blanco puro.
La barra de labios se ha fotografiado aparte y se ha superpuesto posteriormente, al igual que las trazadas del carmín. Al trazado vertical del carmín se le ha quitado opacidad y saturación con respecto al color original.
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